en el mostrador de mármol
la mosca no sabe que elegir:
si el pedazo de pizza frío,
la servilleta grasosa, la media
empanada en su jugo
tarda en decidirse
y su festín cae bajo el trapo
del empleado al tacho
donde otras moscas competirán con ella
como cae la mirada
del que entró a vender relojes baratos
del que limpia parabrisas en la calle
como la del dueño del peugeot que le limpian
como la ve cualquiera que su deseo lo consume
( 21/ VII / 2005)
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